Estas imágenes de Gabriel Rozycki son de Terrazas de San Antón, una unidad habitacional de una zona popular de la urbe. Para entrar a estos edificios hay que bajar por unas largas escaleras que se desenvuelven a lo largo de la ladera de una barranca. Pero, paralelo a estas escaleras, corre un largo tobogán, bien construido, color azul celeste, que termina en una barda erizada de maleza espinosa. Este tobogán de cemento y fibra de vidrio jamás ha sido usado y es completamente ignorado por los vecinos, que lo ven como un estorbo ridículo que resta seriedad a sus vidas. Extraño patrimonio. Podrían pensar en rehabilitarlo para uso de los niños, pero por lo pronto lo usan para verter cascajo.
→Estas fotografías forman parte de un artículo de Amaury Colmenares publicado en Tierra Adentro sobre balnearios abandonados de la región de Cuernavaca y la decadencia del turismo, con fotografías de Rozycki y Bonnie Jean.
no es ningun pinche tobogan, son lineas de salida para el agua para que no corra hacia los departamentos cuando llueve, pendejos, como se nota que ni son de aqui
Me confundió ese reportaje de Tierra Adentro. No entendía eso de que había un mega tobogán en las Terrazas de San Antón.
Gracias por la aclaración.
No, de hecho este tobogán llega hasta una pared. Si se tratara de una salida de agua tendría salida a algún caño. Saludos
Yo viví en esa Unidad Habitacional por varios años. La entrada principal de la unidad es por abajo, esa entrada donde se encuentra el tobogán es una entrada peatonal secundaria desde la Av. J.H. Preciado.
El tobogán llega hasta la pared de una cisterna, pero parece que esa cisterna en realidad fue una alberca que después taparon para usarla como tal.
Mi teoría que es que el predio donde está el tobogán y lo que alguna vez fue la alberca era una especie de casita de fin de semana, pero después cuando más abajo construyeron la Unidad Habitacional de alguna manera esa lote quedó unificado.
Saludos